Bastián se dio cuenta de que, durante todo el tiempo había estado mirando fijamente el libro del señor Koreander, lo había tenido en las manos y ahora estaba en el sillón de cuero. Era como si el libro tuviera una especie de magnetismo que lo atrajera irresistiblemente.
Tomó el libro y lo miró por todos lados. Las tapas eran de color cobre y brillaban al mover el libro. Al hojearlo por encima, vio que el texto estaba impreso en dos colores. No parecía tener ilustraciones pero sí unas letras iniciales de capítulo, grandes y hermosas. Mirando con más atención la portada, descubrió en ella dos serpientes, una clara y otra oscura, que se mordían mutuamente la cola formando un óvalo. Y en ese óvalo, en letras caprichosamente entrelazadas, estaba el título: LA HISTORIA INTERMINABLE.
La pasión de Bastián Baltasar Bux eran los libros.
Quien no haya pasado nunca tardes enteras delante de un libro, con las orejas ardiéndole y el pelo caído por la cara, leyendo y leyendo, olvidado del mundo y sin darse cuenta de que tenía hambre o que se estaba quedando helado…
Quien nunca haya llorado abierta o disimuladamente lágrimas amargas, porque una historia maravillosa acababa y había que decir adiós a personajes con los que había corrido tantas aventuras, a los que quería y admiraba, por los que había temido y rezado, y sin cuya compañía la vida parecía vacía y sin sentido…
Quien no conozca todo esto eso por propia experiencia, no podrá comprender probablemente lo que Bastián hizo entonces.
Miró fijamente el título del libro y sintió frío y calor a un tiempo. Eso era, exactamente, lo que había soñado tan a menudo y lo que, desde que había entregado a su pasión, venía deseando: ¡Una historia que no acabase nunca! ¡El libro de todos los libros!
Bastián no se podía marchar sin el libro. Ahora se daba cuenta de que precisamente por aquel libro había entrado a la tienda, de que el libro había llamado de alguna forma misteriosa porque quería ser suyo, porque, en realidad, ¡le había pertenecido siempre!
Antes de darse cuenta de lo que hacía, se había metido muy de prisa el libro bajo el abrigo y lo sujetaba contra el cuerpo con ambos brazos. Sin hacer ningún ruido, se dirigió a la puerta de la tienda andando hacia atrás. Levantó el picaporte con cautela.
Quería evitar que las campanillas de latón sonaran y abrió la puerta sólo lo suficiente para poder deslizarse por ella. Silenciosa y cuidadosamente, cerró la puerta por fuera. Y sólo entonces comenzó a correr. La lluvia le resbalada por la cara, metiéndosele por el cuello. El frío y la humedad le calaban el abrigo, pero Bastián no lo notaba. Sentía calor, y no era sólo de correr.
Mientras corría, apretaba contra su cuerpo el libro, por debajo del abrigo. No quería perderlo por muy caro que le costara. Era todo lo que le quedaba en el mundo.
MICHAEL ENDE(adaptación), la historia interminable.
CONTESTA:
¿De qué trata la lectura?
_________________________________________________________________________.
¿Cómo estaba impreso el texto del libro?
_________________________________________________________________________.
¿Cómo era la portada del libro?
_________________________________________________________________________.
¿Por qué Bastián no podía marcharse de la tienda sin el libro?
_________________________________________________________________________.
¿Quiénes no podrán entender lo que hizo Bastián?
________________________________________________________________________.
¿Cómo se titula la lectura?
_______________________________________________________________________.
¿Por qué crees que se llama así?
______________________________________________________________________.
Lo que acabas de leer es el fragmento de un libro. ¿De qué tratará?
_____________________________________________________________________.
Imagina el desenlace de esta historia escríbelo e ilústralo.
Consulta términos desconocidos.
Tomó el libro y lo miró por todos lados. Las tapas eran de color cobre y brillaban al mover el libro. Al hojearlo por encima, vio que el texto estaba impreso en dos colores. No parecía tener ilustraciones pero sí unas letras iniciales de capítulo, grandes y hermosas. Mirando con más atención la portada, descubrió en ella dos serpientes, una clara y otra oscura, que se mordían mutuamente la cola formando un óvalo. Y en ese óvalo, en letras caprichosamente entrelazadas, estaba el título: LA HISTORIA INTERMINABLE.
La pasión de Bastián Baltasar Bux eran los libros.
Quien no haya pasado nunca tardes enteras delante de un libro, con las orejas ardiéndole y el pelo caído por la cara, leyendo y leyendo, olvidado del mundo y sin darse cuenta de que tenía hambre o que se estaba quedando helado…
Quien nunca haya llorado abierta o disimuladamente lágrimas amargas, porque una historia maravillosa acababa y había que decir adiós a personajes con los que había corrido tantas aventuras, a los que quería y admiraba, por los que había temido y rezado, y sin cuya compañía la vida parecía vacía y sin sentido…
Quien no conozca todo esto eso por propia experiencia, no podrá comprender probablemente lo que Bastián hizo entonces.
Miró fijamente el título del libro y sintió frío y calor a un tiempo. Eso era, exactamente, lo que había soñado tan a menudo y lo que, desde que había entregado a su pasión, venía deseando: ¡Una historia que no acabase nunca! ¡El libro de todos los libros!
Bastián no se podía marchar sin el libro. Ahora se daba cuenta de que precisamente por aquel libro había entrado a la tienda, de que el libro había llamado de alguna forma misteriosa porque quería ser suyo, porque, en realidad, ¡le había pertenecido siempre!
Antes de darse cuenta de lo que hacía, se había metido muy de prisa el libro bajo el abrigo y lo sujetaba contra el cuerpo con ambos brazos. Sin hacer ningún ruido, se dirigió a la puerta de la tienda andando hacia atrás. Levantó el picaporte con cautela.
Quería evitar que las campanillas de latón sonaran y abrió la puerta sólo lo suficiente para poder deslizarse por ella. Silenciosa y cuidadosamente, cerró la puerta por fuera. Y sólo entonces comenzó a correr. La lluvia le resbalada por la cara, metiéndosele por el cuello. El frío y la humedad le calaban el abrigo, pero Bastián no lo notaba. Sentía calor, y no era sólo de correr.
Mientras corría, apretaba contra su cuerpo el libro, por debajo del abrigo. No quería perderlo por muy caro que le costara. Era todo lo que le quedaba en el mundo.
MICHAEL ENDE(adaptación), la historia interminable.
CONTESTA:
¿De qué trata la lectura?
_________________________________________________________________________.
¿Cómo estaba impreso el texto del libro?
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¿Cómo era la portada del libro?
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¿Por qué Bastián no podía marcharse de la tienda sin el libro?
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¿Quiénes no podrán entender lo que hizo Bastián?
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¿Cómo se titula la lectura?
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¿Por qué crees que se llama así?
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Lo que acabas de leer es el fragmento de un libro. ¿De qué tratará?
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